Quien olvida su historia está condenado a repetirla... ¡No la olvides!

Voy a provechar esta jornada de fiesta pagana para, apoyándome en la popular frase del titular, dejar un pequeño “truco” dirigido a esos usuarios más nuevos o despistados. Porque lo que viene a decir la cita es que conviene recordar todo lo sufrido para no caer en el mismo agujero una y otra vez.

Y en GNU/Linux no hay mejor solución a ese problema que echar mano del comando “history. Tan sencillo como eso.

Es normal que algunos usuarios, con el tiempo, utilicen la terminal, porque lo necesitan o porque les apetece, y se aguante mucho en el mismo sistema o se cambie cada poco, se acumula cierta información -valiosa en muchos casos- en el historial de Bash que una vez formateado el equipo se pierde para siempre.

Así que el truco es simple: junto al resto de copias de seguridad que deberías hacer sí o sí, anota una más en la lista. Lanza por consola el comando “history y guarda la salida en un archivo de texto plano, o añade directamente el archivo oculto “.bash_history” que se crea en tu directorio personal (tu Home) a tus copias de seguridad automáticas. Consejo muy básico, pero importante.

De manera adicional puedes utilizar la combinación de teclas “Ctrl+R” para filtrar resultados en consola. Pero si eres muy exigente y el historial se te queda corto o hecho un desastre, con entradas duplicadas que se comen el límite por defecto…

Con el siguiente comando fijas el máximo de entradas en el historial de Bash:

export HISTFILESIZE=3000

Y con este le indicas que no quieres guardar comandos duplicados:

export HISTCONTROL=ignoredups

 

Fuente: muylinux

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