Una pregunta que, siendo sinceros, se hace demasiado poca gente es ¿Debería pasarme a Linux?. Evidentemente si me preguntas a mi la respuesta es obvia, y seguramente si te preguntan a ti, querido lector o lectora, supongo que también. No obstante, siempre viene bien tener material como este a mano por si algún allegado se la llega a hacer. Un vídeo de Michael Horn que analiza los pros y contras para realizar el cambio.
Michel Horn es un creador de contenido con un buen número de seguidores en Youtube, (casi 75000 en el momento de escribir esta entrada). He puesto algún que otro vídeo hablando de videojuegos en la serie de entradas sobre los juegos libreas analizados en el blog.
Y fue justo buscando vídeos que encontré este en el que realiza un análisis crítico sobre Windows 11 llegando a unas conclusiones bastante claras: Windows 11 es peor en comparación con versiones anteriores del sistema y, por supuesto, con Linux.
Michel, a través de su experiencia personal y observaciones, enfatiza cómo Windows 11 introduce una serie de inconvenientes, incluyendo la exigencia de cuentas en línea y la instalación de aplicaciones innecesarias, que consumen recursos y que atentan contra la privacidad del usuario.
Por otra parte, Michel destaca las ventajas de adoptar Linux, un sistema operativo que ofrece personalización y libertad sin las restricciones que impone Microsoft, pero creo que es mejor que veas el vídeo completo y que juzgues por tu mismo.
Para los que quieran un pequeño resumen de este vídeo os dejo con los principales argumentos de Michel con mis comentarios, a continuación, en fondo verde.
Rendimiento: Windows 11 tiene un rendimiento menor que Windows 10, lo que afecta la experiencia del usuario. Además, igual que muchos móviles, el sistema operativo viene cargado con aplicaciones preinstaladas que son innecesarias, lo cual es un gran inconveniente para los usuarios que buscan eficiencia.
Es indiscutible que los sistemas GNU/Linux son mucho más eficientes que los de las ventanas. Este punto está relacionado con la lucha contra la obsolescencia que como ciudadanos responsables deberíamos tener. No estamos obligado a tirar nuestro portátil porque tenga más de 10 años.
Familiaridad: muchos usuarios no están dispuestos a cambiar de sistema operativo, ya que prefieren mantener lo que conocen. La resistencia al cambio es notable en casi todos los aspectos de la vida.
No nos olvidemos que cada poco cambiamos de móvil y las «cosas» suelen ser un poco diferente pero nos acostumbramos en poco tiempo. El trabajo de los entornos de escritorio como KDE, Gnome, XFCE, etc. está disminuyendo de forma radical esta
Instalación: el presentador parte de la idea de que reinstalar Windows no es fácil, resaltando la dificultad de eliminar aplicaciones preinstaladas y deshabilitar características no deseadas. En contraste, menciona que la instalación de Linux es más rápida y sencilla, permitiendo una personalización inmediata. Esta comparación pone de relieve cómo Linux puede ofrecer una experiencia más limpia desde el inicio
En realidad los usuarios estándar no suelen hacer instalaciones ni de Windows ni de Linux. De esta forma queda patente la necesidad imperiosa de volver a las Fiestas de Instalación (Install Partys) para ayudar a los usuarios a dar el salto. En otras palabras, la importancia de iniciativas como EndOf10 o los Talleres de GNU/Linux València.
También en este punto, apoyar a empresas que instalen Linux por defecto, como Slimbook o Vant, por nombrar las patrias, es casi una obligación si queremos un mundo más Linux.
Percepción Errónea sobre la Complejidad de Linux: Mucha gente cree que Linux es complicado de usar. Sin embargo, aunque la instalación puede requerir ciertos pasos, no es tan difícil como se cree. Por otra parte, se destaca que la configuración de Windows puede llevar a la exposición de información personal sin que el usuario se dé cuenta, lo que representa un riesgo de privacidad.
En este punto debemos dejar claro de una vez por todas que, una vez instalado, Linux es tan fácil de usar como Windows. Además, la filosofía social y comunitaria, Linux nos proporciona privacidad y una seguridad casi absoluta.
Personalmente, mi círculo de confianza a las que les instalo GNU/Linux suelen darme bastantes pocos problemas, aún siendo usuarios con pocos conocimientos pero abiertos de miras.
Ventajas de Windows en Entornos Corporativos: Windows sigue siendo la opción preferida en muchas empresas debido a la compatibilidad con software específico, como productos de Adobe. Esto es relevante para profesionales que dependen de ciertas aplicaciones que no tienen equivalentes en Linux, lo que puede influir en la decisión de permanecer en Windows.
En este caso creo que la propia empresa debería hacer un balance de qué le resulta más conveniente: seguir poniendo su dinero en un arrendamiento de servicios o en invertir en software que podría calificarse de propio. Si la razón es que dependen de una aplicación, apoyar económicamente una solución libre (Krita y su relación con la la Universidad de las Artes de Berlín es un gran ejemplo) podría ser beneficiosa para casi todo el mundo, al tiempo que dejan de depender de otra empresa, algo que tampoco suele ser del gustos de este tipo de entidades.
Desafíos de Juegos en Linux: aunque se pueden jugar muchos juegos en Linux, existen limitaciones con ciertos títulos que no son compatibles debido a la falta de soporte para anti-trampas. Esto es especialmente importante para los jugadores, quienes deben considerar qué sistema operativo les ofrece mejor experiencia en función de los juegos que desean jugar.
En este apartado, la relación de Steam con la Comunidad GNU/Linux ha sido muy beneficiosa. No encuentro datos actuales pero hace un par de años podíamos situar un estado de compatibilidad entre el 75% y 80%, un número que seguro sigue creciendo en estos momentos.
En otras palabras: jugar ya no es una lacra en entornos GNU/Linux.
La Continuidad de la Interferencia de Microsoft: Microsoft sigue implementando políticas que pueden resultar molestas para el usuario, como la sincronización de contraseñas y actualizaciones forzadas. Esto lleva a cuestionarse por qué alguien debería seguir utilizando Windows cuando una alternativa como Linux puede ofrecer una experiencia similar sin estas interrupciones.
Que Windows ha puesto palos entre las ruedas a Linux no es un secreto. A pesar de las «buenas» intenciones de la empresa de las ventanas movimientos como la compatibilidad de sus formatos con estándares abiertos hacen que sea un socio poco fiable.
Reflexión Final sobre la Elección del Sistema Operativo: por supuesto, la decisión de cambiar a Linux o seguir con Windows es personal y depende de cada usuario. No obstante, Michel invita a la reflexión sobre si es conveniente continuar con un sistema operativo que actúa más como una máquina de marketing que como una herramienta eficiente.
La conclusión, como no podía ser de otra forma, es que la elección de depende de cada usuario.
A lo que yo añado que, por tanto, nuestra misión en informar de forma clara y completa de las ventajas e inconvenientes de todos los sistemas operativos.
Fuente: kdeblog